Yo que por nada tengo todo
que no vendo la sobriedad en una oficina
los cielos, finamente amueblados
la seguridad de una ciencia
el pasado como un respaldo
La rapidez como lo inevitable
la libertad en un calzado
la suavidad en una rasurada
la virginidad en algo nuevo
la voz jamás pensada
la dicha embasada
el paisaje como lo soñado
la verdad como lo irrefutable
la juventud como la impronta de la vida
la belleza con fecha de vencimiento.
Yo, que aglutino palabras
por poemas
Pedregullos de tus pisadas
el aire de tus pulmones
el calor que hallo en tu mirada
Dichoso el que puede ofrecerte el día
y con en el la noche .
Sinfonia n2 3 mov adagio sergei Rachamaninov
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