Hace un tiempo que voy a una oficina…
A retirar unos turnos,
A renovar recetas.
A perder el tiempo.
Hay una señorita que trabaja allí
Detrás de una mampara o de un monitor.
Obserba tablas, resibe consultas, da turnos.
Siempre que fui
Solo le pude ver tan solo su torso.
Su rostro joven, su pelo lacio…
Callendo como una natural cascada.
Sobre su rostro.
Ayer le pude ver
Abandonando su escritorio
Llevando apuro, con un bolso pequeño.
Que se le bamboleaba,
Como el pendulo de un reloj antiguo
Sobre su cadera.
Vestía una blusa clara.
Que bien le combinaba.
Con una falda, motivos florales
Que apenas le cubría
Tres cuartas partes de sus piernas
De tanto verla, solo su busto
Se me había hecho la creencia.
Que de ella, se trataba de una sirena.
O la pariente lejana de un centauro.
Pero no, ya lo vi ayer.
Que solo era una mujer.
Que vive detrás de un escritorio.
Fue ayer que le pude ver.
Tan desprotegida y timorata…
Como un pez fuera del agua.
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