en la marquesina iluminada
y tu tiempo es finito.
¿Eso no te provoca tristeza?.
Pobre viejo…
El reflejo de tu rostro avejentado en la vidriera.
Contrasta, con la mirada infantil, de un niño.
¿En qué noche cuesta abajo?
Irá rodando tu ilusión.
¿Porque qué calles estará bollando tu corazón marchito?
Hay tanta tristeza en una de tus noches.
Que no te alcanzaría, con pegarte un tiro.
Qué pena, morir tan desamparado.
en un catre baleado por un tango
No tener un mango de más, para alquilar un hotel.
más no sea por una noche.
para tener un poco de lujo
Con una calle hacia el bajo
Mirada desde un balcón.
Para poder ensayar
un vuelo
hacia el infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario