¿Y qué fue de las demás ?
le sugirió la mujer.
Infiriendo con curiosidad a su alrededor
Como si de las otras
Quedará algún recuerdo en sus habitaciones
de la amplia mansión.
Están por acá, le dijo el hombre barbado.
Mostrándole en el interior de un altillo.
Un amplio corral de madera
Donde habitan una veintena de mujeres encerradas.
Con ojos brillosos como los que tienen los animales.
Cuando se ocultan en la oscuridad
Pero están encerradas. Se horrorizó la mujer.
¿No se resisten al encierro?
No, dijo su carcelero.
Pueden salir del corral, cuando lo desen.
Como verás, no es muy alto y nada
les impide fugarse,
pero es un lugar muy acogedor.
Cálido en el invierno.
Y en el verano refresca, con una leve brisa.
Y los atardeceres duran unas horas más.
Que en la ciudad
Acá, es como si la vida prevalece el misterio.
De una mujer nueva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario