Ayer compre manzanas
Regaladas
Al principio desconfíe
Como lo primero, que nos enseñan
En una ciudad es a desconfiar
De una manzana regalada
No tanto de un caballo
Salvo, en Grecia que allí desconfían de todo
Como era un niño el que me las ofrecía
A un módico precio
No desconfíe tanto
Ni en el posible hechizos, ni que tuviesen envenenadas
O el hecho de ser manzanas podridas
O muy pasadas
O contengan sabor a insecticida
A la postre, resultaron ser
Manzanas muy ricas
Un poco cara sucia, pero muy dulces
Como las recién sacadas de una planta
¿Ay, como será la mujer que es hermosa?
Que nos colma, con una mirada
Las que tienen sonrisa clara
¿Serán tan así?
O serán amargas, insípidas
Como las frutas que son caras
Que sirven solamente
Para presumir, en una frutera
¿Serán tan así?
O el llanto de un niño
No se colma
Ni con el más jugoso de los dulces.
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