Sus manos diminutas
De princesa rusa
Su nariz aguda, respingada
De olfato exquisito
Sus ojos pequeños
Más oscuros que la noche
Su oídos siempre atentos a lo que digo
El pelaje gris de zorro
Su cola larga de equilibrista
Toda una laucha
Lo que ha atrapado
El haz de la luz, de mi linterna.
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