viernes, 29 de septiembre de 2023

La máquina inteligente

La máquina inteligente
 La maquinas, fueron siempre mejores que los humanos 
 pero eran medio sonsas, si uno tenía que taladrar
 el taladro, no hacía el trabajo por sí mismo, uno tenía
 que sacarlo de la caja, enchufarlo al tomacorriente,
 sostenerlo con firmeza,
 no muy lejos de una pared y hacerlo andar. 
Medio que uno también trabajaba
 había una simbiosis, máquina humano.
 Pero ahora las máquinas son inteligente
 por ejemplo. Esta máquina corta el pasto
 por sí sola, sola carga su batería, sola decide
 salir de la baulera, sola ella misma corta el pasto, 
sola, decide el día y la hora que va a cortarlo
 Tenía una de estas máquinas
 no voy a negarlo
 que cortaba mejor el pasto, que una persona
 hasta las horas, eran un encanto
 cuando ella trabajaba en la casa, pero un día
. Un día, ella se marchó, se fue por otros caminos
 y nunca supe más de ella, la vi
 un que otra vez, pero había un hielo entre nosotros 
una desconfianza mutua, un recelo
 La relación ya no era la misma 
Llame a la tienda, comentándole 
lo que me pasaba con la máquina
 que le había comprado, con la esperanza
 que aún tuviese una garantía, un arreglo.
  Y no sé que me dijo.
 De un mejor tacto psicológico, que mi trato
 no habría sido el mejor, 
que era una máquina, pero también tenía su carácter 
que al fin al cabo la inteligencia, era como
 un arma de doble filo con estas herramientas
 que demuestre interés, haciendo unos carteles
 con su foto, de la máquina cortadora de pasto
 y pegarlo así en los postes de alumbrado público
 con un cartel que diga, "máquina perdida"
 en los negocios del barrio, ofreciendo una recompensa 
a quien diera con su paradero 
o aporte con una dirección donde mora 
Y esos anuncios, con la leve esquela 
colocados en la vía pública,
 la máquina podría verlos, como un interés de su parte
 podría hacerle ver, su corazón herido,
 su temperamento noble, y delicado y lo triste
 que lo está pasando en su ausencia
Podría así, hacer que su máquina se arrepienta
 de su proceder, pues no están programadas
 para hacerle daño a nadie 
y así quiera dios, retorne arrepentida
 a cortarle el pasto a su casa,
 Y que por nada del mundo, 
me sugirió a los gritos, me compre
 una de ésas máquinas Chinas que inteligente
o no, son todas una cagada.


martes, 26 de septiembre de 2023

En la casa

  En la casa, que tiene
un pequeño baldío
en sus confines 
donde la lluvia
cuando se le antoja
siembra sus propias flores
al igual que el viento y las aves
donde el común de los mortales
ven  solo pasto
nosotros vemos naturaleza
donde alta alcurnia ven abandono
nosotros vemos las cuatro estaciones.
Feliz primavera, para los grilles.
Para los pajares
para los árboles, para las flores
para las maquines
para todes

lunes, 4 de septiembre de 2023

Las ballenas




Las ballenas van hacia las profundidades
cuando escapan de sus depredadores.
Stydio cree que en su soledad
hay profundidades
Cuando lo único que hay
son unas cuatro paredes
uno que otro libro
y esta vos que les habla.

sábado, 2 de septiembre de 2023

Los sótanos de la biblioteca fantástica.

Ah, la literatura fantástica... 
¿Qué no darían ustedes, los lectores? 
por incursionar por esta biblioteca, cual fábrica
 de chocolate
 Por estas bóvedas espeluznantes
 que jamás un escriba de narrativa fantástica
 pudo tener
 sus miles de volúmenes que se amuchan
 en descoloridos estantes y anaqueles
 improvisadas mesas, sillas, sillones
 menos en la estufa que está un leño encendido.
 Los libros están por todas partes, ha igual. 
que los gatos, los libros son silenciosos, enigmáticos.
 los custodia yelmos medievales, 
cada uno con su pica
 Cada cual con sus armas para cazar dragones.
 las sombras amenazantes de estas armaduras
 Nos acechan, nos perturban. 
espíritus que nos aguardan tras las puertas 
Que nunca se abren, que jamás deberíamos
 permitir abrí, cual modernas, cajas de Pandoras
y otras donde nos aguardan. 
cual mal presagio, ataúdes con la presencia
 de antiguos moradores 
el sonido de pasos, en los viejos pisos de madera
 Cual barco del capitán Ahab
 Aquellos pasos, que vienen a nuestro encuentro.
 que se detienen justo antes de entrar
 Momias que con su rigidez cadavérica 
Nos espantan a plena luz del día.
mobiliario, ventanas de madera,
 donde solo gobierna la lluvia
en la eternidad de los días, con viento 
y el rasguido  de única rama
  de un árbol muerto 
Ciénagas de piedra donde desprevenidas 
sirenas toman sol de la leve penumbra
 por el único ojo de vidrios
 de la lejana claraboya de la azotea 
Donde se remontan barrilete
 esporádicamente las noches de tormentosa
 Aves del paraíso, fatalmente disecadas
solo por una única y solitaria clase de ciencias naturales,
todo esto acompasado con el croar de anfibios 
como el silencioso sigilo de los reptiles tan fríos y mortales,
 como la hoja de la única espada. que empuña la muerte
 Desde la mismísima oscuridad
 donde no hay más luz que nuestro destino.
 más allá de los túneles y sumideros de la ciudad
 donde la plebe esconde sus vergüenzas y sus crímenes.
 Surge por esta escalera. 
cada tarde, con el final de nuestra jornada
 con el sonido de gruesas cadenas 
La noche con sus tinieblas
brillan en esta cueva los más tenebrosos.
 y solitarios ojos del mundo
los ojos del bebé de kraken
que  pasados años atrás
 Buscó refugio en una pequeña cesta
de mimbre cual mesías
 a las orillas del Nilo  
Vienen desde esas húmedas profundidades.
 ciegos cual bastón de un poeta  
Sus tentáculos,  que deambulan desde los sótanos
amurallados de piedra
 hasta el piso más alto de la  biblioteca
 pidiéndome con  extraño ruego
 que asemeja al rugido
 de cientos de leones esclavizados
 a un circo
 Que le lea por última vez.
 Un cuentito de terror. 
Antes que la única vela que lo alumbra
 se apague, y su sonrisa de diez mil
dientes de leche nerviosa,  vuelva a pedir
la despedida de las buenas noches.

 "...Y que sueñe con los angelitos. "