domingo, 4 de noviembre de 2018

Cuando la conoció




Cuando la conoció
Ella traía una nube atada a una soga
La paseaba como si llevara un globo
¿Por qué no la soltás y dejas que se vaya?
Es una nube que nació en cautiverio, le sugirió
No sabe ser, como las otras nubes
Confundiría a los meteorólogos
A las señoras de tapado de vison
La gente saldría abrigada los días de sol
Y los días de lluvia, se mojaría
Hasta agarrarse un resfriado
Y no hay peor cosa
que ver una nube enferma... Te lo puedo asegurar
La soga era larga y fina
Como las que tiene los saquitos de tè
¿Por qué no usar saquitos de tè  como tampones?
En vez de salirte sangre coagulada
Te saldría té, y serias igual que una tetera
A la mujer, no le gusto esta asociación libre
Tan repentina como inapropiada
Cada veinte días, la naturaleza
Se la antojaba que ella fuese madre
Y cada mes se lo recordaba
Y se caí esa posibilidad en sacos rotos
Cada doce veces al año
Una  cuatrocientas veces,  en su vida
¿A que viene tanta insistencia?
¿No se da por vencida la naturaleza?
No le gusto que le recordaran todo eso
Ni que llevaba una nube atada a un cordel de saquito de tè
Ni mucho menos andar con un sobrecito entre las piernas
Hay días que no quiere hablar con nadie
Que se la ve pasar como apurada
Seguida por meses y años que pasan detrás suyo
Como siguiéndola, como un séquito de noteros y apuntadores
¿Y la Nube? Le pregunto un vez que la vio pasar apurada
¿Con quien se queda la Nube cuando no quieres hablar con nadie?





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