Una mujer me robo
Mi corazón, el mismo
Que iba a darte
No se forzó mucho , para quitármelo
Y eso que no soy flojo de amarras
Me encandilo su piel
Palida, como misteriosa es la luna
Su pelo negro, oscuro
Renegrido como las plumas de un cuervo
Su voz, insospechada
Como el chasquido, de una rama
Ahora que me he quedado sin nada
Más que la vaga promesa
De volverla a ver.
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