lunes, 3 de agosto de 2015

El esclavito



Es un esclavito, se dijo a si misma
A penas lo vio
Mojado, pasando frío
Timorato, echado de menos
Solicitándole un poco de calor
Como un ave que apenas
Pudo volar, y se cayó del nido
Se ofrecía, como si pudiera
Reparar un cerco, limpiar la pileta
Arreglar el patio
Ayudar en las tareas de la casa
Con un par de ojos negros
Más solitario que el miedo
Se lo imagino en una jaula, apenas lo vio
O que se hubiese escapado de una
O atado en una cama, insultante de placer
Regañándole por no lavar bien los platos
Fregando el piso, con toda su fuerza
Como un buey tira del arado
Preso en la oscuridad, por las noches
Enjaulado o amenazado de muerte
Sufrimientos, peores que el olvido.
Durante la vigilia
Y así todo, un buen día
Se le vino a escapar
Lo busco, porque sabía
Que libre y solo, no sabía vivir
Tuvo unos días dando, vueltas por el vecindario
Pegando carteles, dejando afiches en los comercios
Llamando en puerta en puerta, tocando timbres
Preguntando a vecinos, a gente
Que apenas, había visto en su vida
Que no sabía como se llamaban ni quienes eran
… si alguien lo había visto
O si tenían información, donde estaba
Si alguien lo tenía.
¿Pero quien se lo iba a devolver?
El que lo encontró, debe estar
Sacándole provecho
A veces esta feliz
Pero le falta su canción.






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