Sus manos a diferencia de su cuerpo

Sus manos a diferencia de su cuerpo
Eran aun pequeñas
Como si en el momento de crecer
Se hubiesen detenido en un parasiempre
Como su corazón de niña
Que se dejaban entrever atraves de sus ojos
O en un repentino rubor de sus mejillas
Cada ves que sentía, la presencia de mi mirada
O la cercanía de un pensamiento
Sus manos, eran tan pequeñas en su talle
Que debería necesitar la suma de las dos juntas
Para atrapar todo mí pene, en su interior
Aun así su matiz de porcelana
No lograrían cubrirlo por completo
Dejándolo libre al descubierto su glande
Orgulloso de su talante
Éramos el uno, hecho para el otro
Sus manos cabían en mi pene
Las dos juntas, subidas como en brioso corcel.



Una Furtiva Lagrima - Waldo de Los Rios