sábado, 11 de septiembre de 2010

De los juegos que tiene una plaza



De los juegos
Que tiene una plaza
Me gusta el sube y baja
Pero estoy solo
Y no logro convencer
De lo divertido que es este juego
En desmedro de otros
Que bien se pueden jugar solo
Sin tener confiar en la amistad nadie

En el tobogán
Hay un montón de chicos
Que son de la misma opinión
“el tobogán es el mejor juego”
Por eso hay una fila completas de chicos
Habidos por subir al unísono
Pero la fila va rápida
Y en un periquete uno ya esta
Frente a la escalera
Ya subido recuerdo que tengo
Vértigo a las alturas
Que nunca me fue permitido
Subirme tan alto
Permiso que tienen los niños que me preceden
Ya ven estoy arriba
Agarrados con mis dos manos
Que no se sueltan
Y el tobogán que no me deja ir
Acá arriba es donde quisiera quedarme
Apreciando la buena vista que tiene el parque
Pero los otros chicos que me contemplan
Cual profeta subido al monte
Me preguntan si el tobogán es mío
Ante mi negativa me sugieren que me baje
Bajo, pero sin tanta alegría
Que parecieran tener los demas
Por querer subir de nuevo.

Las hamacas para mi no son un juego
Son más bien un estar sentado en el aire
En las hamacas se me antoja
Reflexionar mirar para arriba
Miro para abajo.
Desde las hamacas veo una señora
Que le quiere sacar una foto
a su niño subido a un pony
Pero el niño llora
Apenas lo acercan al caballo en miniatura
el pony no sabe llorar o no puede
o debe estar acostumbrado que le saque fotos
Yo que el equino lloraría
Es la mejor manera de hacerse amigo de un niño
Que no quiere sacarse una foto.


La calesita, gira como un trompo
Que le prestan atención
Da un giro perfecto
Sobre el eje imaginario de la tierra
A su costado están los padres
Que saludan a los niños
Que por un momento estuvieron ausentes
Y por otro momento volverán a pasar
Y otra vez volverán ausentarse
Ese pasaje de verse y no verse
Entretienen a Padre e hijos.

Yo me subo al tanque color azul
Y pienso que la calesita va en sentido contrario a la diversión
Cuando más giramos mas nos alejamos de ella.
Que jamás vamos a llegar a ninguna parte
Es mas a mi se me antoja que la calesita esta quieta
Lo que gira a nuestro alrededor es el mundo
Eso se lo digo a los que están en la calesita
Que no entiende de filosofía
Y más bien se desviven por sacar la sortija
Recuperar esa vuelta que han perdido
Hace un instante
En la otra vuelta nos bajamos
Le digo con voz de mando
Voz de mando que me da la autoridad
De haber leído dos veces el sargento kirk
¿Pero como desafiar esta encrucijada,
Irse de la calesita antes que termine la música?.
Me pregunta el que esta más cerca a mi proeza
Que esta sentado sobre un tanque
Que no sabe manejar
Así le muestro
Pone primera, gira el volante
Y listo el tanque sale despedido
En sentido contrario a las vueltas de la calesita
Pintados con lunares verdes amarillos
Parase la propaganda de un circo
Arrastrando el alambrado de un gallinero
Detrás me mando con otro transporte blindado
Camuflado de alegría
Mientras esquivo un carro que vende pochoclos
Que me ofrece la ganga
De dos manzanas al precio de una
Detrás mió vienen una pareja de caballos blancos y negros
Una margarita en dimensiones considerable
Una foca que no termina de hacer piruetas
Los cisnes que en el fondo son
Aves de corral que siguen al grupo

Atrás quedo la música de parque
La avaricia del vendedor de globos
Los comentarios de las vecinas
Empotradas en una esquina
Que no dan crédito a lo que ven sus ojos
El dueño de la calesita llorando.
Llorando porque los días pasan
Pasan y cada uno nos sugiere una despedida
Despedida, que nunca dimos
A nuestra calesita.

No hay comentarios: