Le gustaba los días de niebla.
Las mañanas con niebla.
La niebla...
La poca cosa
Con el correr de las horas
El sol la iba desdibujando
Las urgencias del día
Una ciudad
Las bocinas del tránsito
los horarios
Iban haciendo que ella
perdiera sus rasgos
Una sombra
Un resquicio, donde sé guarece la noche
Desde siempre supe
Que era irreal
como la niebla.