jueves, 8 de octubre de 2015

Las casas se parecen a una cárcel




Las casas se parecen a una cárcel
Y las cárceles se parecen a las casas
Nadie se va, donde lo tratan bien
Me dijo el director de una cárcel
Mientras recorríamos las instalaciones
Con la única autoridad
Que le daba su sonrisa
Y unos bigotes, que no se sacaba nunca.
Le hice notar la poca seguridad
Que había en el portón de entrada
Una puerta de alambre, con armazón de caño
Con un pasador y sin candado
¿Quien va entrar a robar, a una cárcel?
Me dijo, con una risotada
Pero duro poco como director e guía
A los seis meses, lo ascendieron
Ahora es director de una biblioteca.




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