lunes, 5 de enero de 2015

En un planeta muy lejano



En un planeta muy lejano
Tiene un sol, que sale todos los días
Al mismo horario
Un día en ese lugar
Dura apenas quince minutos
Lo suficiente para que el sol
De una vuelta por su terruño
Se percata de lo inútil e inevitable
Que es la vida
De lo pequeño de esos seres
Que se aglutinan en su presencia
Corren a su encuentro
Las plantas que crecen en su búsqueda
De un rayo de el
Y se vuelve a costar desilusionado
Triste como un atardecer suyo
Sus habitantes de este planeta
Viven de noche, de una noche
Que dura veintitrés horas y cuarenta y cinco minutos
Un día allí dura poco menos
Que una conversación
No hay tiempo para ver una novela
Solamente viendo una tanda publicitaria
Se perdería medio día
Hay conversaciones como esta
“Estuve todo el día, en el banco
Se me hizo tarde,
Para ir a buscarte a la escuela
Me quede dormido, mi jefe me va a matar
No pegue un ojo en toda la noche
Duermo, quince minutos y se me pasa
No tomes más de diez minutos de sol, por día”
Decir buen día y buenas tardes, es una redundancia
Un deseo que no da frutos
Un árbol del decoro
Otros ni se toman el trabajo de levantarse
Se pasan los quince minutos que le lleva al sol amanecer y llegar a su ocaso, durmiendo
Miran el día desde su cama
¿Para que, si en quince minutos, me voy a tener que a costar de nuevo?
…Se justifican.
Mayoritariamente son depresivos
Sufren ansiedad, y cada víspera de un nuevo año
Creen que todo va ser mejor, ellos, inclusive
Pero el sol vuelve a salir todos los días al mismo horario
Y en quince minutos se retira
Como si tuviese cosas, mucho más urgentes que hacer
Y el nuevo año y todo vuelve a hacer como era antes.










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