jueves, 3 de abril de 2014

La mujer que nunca sonríe




Conocí una mujer que nunca sonreía
Ni cuando le decía mis mejores ocurrencias
Le confiaba mis más inhóspitos sueños
Hasta que un día le pregunte, porque nunca sonreía
Porque nunca sufrí por amor, me dijo
Con su rostro sereno
Sin ninguna sombra de una desdicha
Nunca tuve una pena, ni su consiguiente alivio.
Sonreír es dejar de penar aunque sea un instante
Yo no necesito sonreír, me dijo, ni encontrar algún alivio
Demostrar complacencia, decoro, cuando lloro
Mis ojos son como de cristal, y mis labios son como si fuesen de porcelana
¿Y cuando le besan, sonríe? Si, cuando me besan sonrío, pero no se confunda
Eso nunca sucede.




No hay comentarios: