miércoles, 29 de septiembre de 2010

Oh Dios mío, he muerto



Mis ojos han muerto
Mi boca ha muerto
Mi nariz ha muerto
El color de mi pelo
Ha muerto
He muerto por completo

Salvo una de mis manos
Que se le antoja
Andar escribiendo por las paredes
Va a saludar a los aeropuertos
Toma inútiles lesiones de piano
Pide permiso y nunca pasa
Molesta a quien trabaja

Descansa en hombros ajenos
Se la pasa tomando distancia
Juega a ser avión
Sueña que vuela

Mi pierna, la menos hábil
Que pretende ser la de un crack de fútbol
Espanta a los gorriones en la plaza
Hace acrobacia en los cordones
Pisa el charcos que dejo la lluvia
Desordena las hojas de la vereda
Se queda horas en la esquina
Sin hacer nada
Viaja sin ningún destino
Marca mal el paso en los desfile
Va a misa
Y no se arrodilla
Molesta al cojo
Que pide monedas

Cuanta contrariedad
Mi Dios
¿Cuando moriré
Por completo?





Perpetuum Mobile - penguin cafe orchestra

1 comentario:

-Anna- dijo...

Muy bueno este poema, Edu. Antes de llegar a la muerte total, uno tiene que atravesar infinitas muertes parciales, emocionales y experienciales.
Interesantes versos.
Te dejo un abrazo.