miércoles, 30 de junio de 2010

El suelo que piso


El suelo que piso
El suelo que no quiero
Es tierra yerta
Es tan duro
Como son los muros de un reino
Hiriente como un vidrio
Llano como un desierto

Ni el pasto crece en este sitio
Solo el invierno en el echa raíces
Y es un cristal de hielo
Las sombras que lo habitan

Hasta el metal más duro
En el se mella
Piedras, sobre piedras
Las manos que lo trabajan
Pierden sus fuerzas
Hasta la muerte
Desiste de encontrarle valor
A este filo

Nada crece sobre este granito
Seca la sangre
Las semillas que se sueltan
De el se alejan
Lejos, muy lejos
Esta de ser este lugar
Una huerta
Mi corazón es aun mas duro
Que el suelo que piso.




Concierto para oboe, adagio Tomaso Albinoni

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