lunes, 9 de noviembre de 2009

Domingos por docenas


Se termino
el griterío orquestado
la murga sin festejo
la lluvia del mes de enero.

Se apago la tele
se dio por concluida
la sobremesa del domingo
el sol del medio día
declina buscando la tarde.

Soledades compartidas
...soledades
nos unen unos platos sucios
los resto de un almuerzo
el piar de unos gorriones
un domingo desierto.

¡Que hermosa tarde!
lastima no tener
una familia
que me haga olvidarla
un amor que no me entienda
un mar para estar solo.



Melodia en fa Anton Rubinstein

2 comentarios:

Esmeralda dijo...

Edu: Creo que hace mucho no leía un descripción más triste, la rutina parece embargarlo todo, la soledad, la oscuridad, la ausencia de amigos y abrazos.
Ahí estas solo ante una mesa donde pareciera que no queres estar, con muchos comensales donde pareces quedarte subsumido en el ostracismo de la sobremesa.

Espero pase este sentir pronto!
Beso
Esmeralda

Eduprecidente dijo...

Esmeralda: hay mesas que a falta de dialogo, bueno…a falta de dialogo, bueno es un televisor, donde no abunda silencios, si no donde sobrevuela el mal gusto, yo huyo de esa sobremesas, pero no puedo huir de esos dias, que todos necesitamos un lugar apartado del mundo.

Besos Esmeralda
Edu